Faloplastia, está de moda

Faloplastia, está de moda

cirugia de alargamiento del pene

Se llama faloplastia a la cirugía de alargamiento de pene. Esta cirugía íntima masculina genera gran interés en los hombres, aunque las intervenciones de cirugía plástica más comunes en el varón que realizo en la clínica de Bilbao, son blefaroplastia, rinoplastia, otoplastia y liposucción.

En este post quiero ampliar la información sobre faloplastia, alargamiento y engrosamiento del pene, porque es la intervención que más preguntas genera entre los varones que visitan mi página web.

El grado de satisfacción con el resultado final varía mucho de unos pacientes a otros, principalmente por las expectativas del paciente. Siendo fundamental la adecuada indicación médica del procedimiento.

CON FALOPLASTIA ES POSIBLE GANAR UNOS CENTÍMETROS DE LONGITUD, TAMBIÉN OBTENER MAYOR CIRCUNFERENCIA O ENGROSAMIENTO DEL PENE

En función de las necesidades y características de cada paciente, utilizo o combino diferentes técnicas, como el desenterramiento peneano donde se pueden llegar a ganar de 2 a 5 centímetros de longitud.

El desenterramiento peneano puede combinarse con técnicas de engrosamiento mediante infiltraciones y/o extirpación de piel y grasa del pubis.

Se puede intervenir de faloplastia al varón cuando haya terminado su desarrollo genital completo, normalmente a partir de los 18 años de edad. El postoperatorio, aunque puede ser algo molesto no es doloroso. Durante la primera semana llevará un vendaje, previniendo cualquier tipo de torsión. Se puede incorporar a la vida laboral pasados 7 días después de la intervención, evitando los primeros días esfuerzos físicos y movimiento de las piernas. Cuando la cicatrización se haya completado, se recuperará la sensibilidad con total normalidad.

La mayoría de pacientes que acuden a consulta en Bilbao para valorar una cirugía plástica de alargamiento de pene gozan de un tamaño y una funcionalidad normales, aunque ellos no opinan lo mismo. En estos casos es recomendable un tratamiento psicológico en lugar de uno quirúrgico. El auge cultural que valora miembros grandes se atribuye a imágenes cinematográficas que exageran el tamaño normal con efectos y trucos visuales para aparentar miembros de tamaños alejados de la realidad. De ahí que muchos hombres no estén contentos con sus medidas al comparar su anatomía con imágenes falseadas.

Sabemos que el entorno cultural es determinante a la hora de valorar el tamaño de los órganos reproductores. En la antigua Grecia un hombre con pene pequeño era bello. Según escribió Aristófanes en “Las nubes”: un hombre debía tener “pecho sano, anchos hombros, lengua corta, glúteos fuertes y miembro pequeño”.

Este ideal de belleza y masculinidad en la antigua Grecia queda reflejado en el arte. Los famosos “Bronces de Riace” o “Guerreros de Riace”, dos estatuas griegas del siglo V antes de Cristo, encontradas en la costa sur de Italia en 1972, creadas en Argo y Atenas por prestigiosos artistas de la antigüedad. Al estar creadas con gran precisión anatómica, muestran que en aquella época se valoraba positivamente tener un pene pequeño porque el “hombre ideal” era racional e intelectual, por eso los dos guerreros gigantes de las esculturas tienen un pene pequeño.

La explicación a esta desproporción es más profunda de lo que parece: un pene grande significaba incapacidad de actuar moderadamente, con bajo control de los impulsos, por tanto representaba al hombre bárbaro, salvaje y vulgar.

Es necesario consultar siempre con un cirujano plástico reparador y estético acreditado y reconocido para obtener los mejores resultados.

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